Manuel Gutiérrez (Ceuta, 1981), emprende con Goya. Saturnalia una profunda y reveladora revisión de una de las figuras capitales del arte: Francisco José de Goya y Lucientes. Junto con Manuel Romero al dibujo, su valiente obra trata de reconstruir el paulatino aislamiento vivido por el genio zaragozano que le llevará a fraguar una mirada inquisitiva y desgarradora con la turbulenta realidad de su momento. La construcción de este estilo apegado al Romanticismo y a la exploración de su posterior influencia en la pintura contemporánea, hacen de Goya. Saturnalia un cómic audaz y poliédrico, intenso y complejo, que a buen seguro que dará que hablar y marcará un antes y un después en nuestros dos autores y, sin duda, en nuestra historieta.
Hoy tenemos la suerte de conversar con Manu y descubrir buena parte de los secretos que han motivado su particular creación.
1: ¿Cuál es la génesis de Goya. Saturnalia? ¿Cuándo nace tu fascinación por la obra de Goya?
En realidad creo que Goya siempre ha estado ahí, atado a mi espalda de alguna forma. No tengo un recuerdo muy vívido de cuándo lo descubrí aunque fue muy pronto. Quizá fuera en una visita al Museo del Prado, quizá lo viera en la enciclopedia que teníamos en casa. No estoy seguro. Pero cuando llegó fue para quedarse.
Lo que sí recuerdo es cómo se inició el proyecto del cómic. Fue en Granada, junto a Julián Olivares, el editor de Cascaborra Ediciones. Estábamos en el Salón del Cómic de 2019 e íbamos buscando un sitio para comer mientas caminábamos por San Antón. Él me habló de una nueva línea dentro de la editorial, “Biografías en viñetas”, que se salía del tono militar habitual y característico de sus publicaciones, para hacer hincapié en vidas relevantes de la historia y la cultura española. Y ahí me preguntó si querría hacer algo con Alonso Cano (que justamente da nombre a la facultad de BB. AA. de Granada donde me formé). Lo pensé unos segundos y le dije que no. Que si había empezado eso yo querría encargarme de Goya. Y aceptó.
Ante este abismo y la complejidad que era enfrentarme a este cómic, tuve nítido que me centraría en su última etapa en España, cuando se refugia en la Quinta del Sordo y realiza las Pinturas negras.
2: Eres un destacado dibujante de cómics e ilustrador, además de un estudioso del arte y el mundo de la viñeta. ¿Por qué no asumes la autoría total de este proyecto tan personal? ¿Qué suma Manuel Romero con su arte? ¿Qué destacarías de su estilo?
No es la primera vez que me preguntan que por qué no me encargué de hacer el cómic completo, pero es que nunca me lo llegué a plantear. Y me explico. Cuando nació el proyecto no tenía en la cabeza el cómic que ha terminado por publicarse. Pesaba mucho el carácter de la editorial y, de primeras, iba a ser un cómic más en su línea de acción, como si fuera un encargo. Pero la cuestión es que de 2019 a 2022 han pasado muchas cosas en mi relación con el cómic y he tomado ciertas decisiones personales importantes en cuanto a mi forma de enfocar mi carrera y obra. Suena muy dramático pero se resume en algo muy simple: haz lo que te apetezca, haz que merezca la pena cada proyecto que hagas. Y, muy poco a poco, fui cogiendo confianza hasta acabar por hacer el cómic que ha salido publicado.
¿Podría haber hecho Goya. Saturnalia en 2019? Tal como pensaba, no. ¿Podría haberlo hecho hoy? Sí, absolutamente. Otra cosa es que no lo hubiera podido acabar hasta 2046 como mínimo, porque, hoy día, mi tiempo para proyectos de este tipo es muy limitado.
No obstante, dicho todo esto, la aportación de Manuel Romero ha sido imprescindible. Su forma de trabajar, su experiencia, su amor por Goya han sido fundamentales. Además de que su estilo expresionista, revelador y lleno de fuerza es único. En definitiva, sin Manuel este cómic no sería la obra que es. Si lo hubiera hecho cualquier otro dibujante o yo mismo, hubiera sido muy diferente. También porque mi método de creación y escritura no está anclado a nada, mis guiones no sirven para cualquier dibujante. El guion de Goya. Saturnalia ha ido creciendo y evolucionando a la par que Manuel Romero trabajaba en él. Creo que nos hemos retroalimentado y quiero pensar que esto se ve en la obra.
3: ¿Biografía, ensayo académico, obra narrativa cargada de lirismo? ¿Es vuestra obra todo esto y más? ¿Qué propicia esta mezcolanza tan inteligente de géneros?
Quizá el propio Goya genera esto porque tenía una personalidad poliédrica. Él (y hablo en presente) es ambiguo, retador, grosero, ambicioso, justo, rencoroso, sensible, baturro, paternal, fiel… No se puede hablar de un solo Goya, existen muchos dentro de él y esto se demuestra en su múltiples etapas vitales, personales y artísticas. Etapas que han generado una cantidad ingente de obras de mucha variedad temática, simbólica y técnica.
En definitiva, y volviendo a la pregunta, nuestro interés ha sido intentar representar todo el maremágnum y la suculencia artístico-personal de Goya en su momento más vívido al final de su vida. Hacerlo desde un solo enfoque hubiera sido perderse gran parte de su atractivo y fuerza.
4: La estructura de la obra rompe con la monótona división por capítulos y actos, y se acoge a una secuenciación por “movimientos”. ¿Por qué te acoges a este modelo?
Es cierto que la obra se divide, externamente, en cinco movimientos. De hecho el cómic comienza así: “Goya. Saturnalia. Una fuga en cinco movimientos…” Quería dejar claro este aspecto desde el inicio. Y esto es así por el juego musical que tiene la obra tanto en su conceptualización como en la reticulación de página que funciona casi como un pentagrama.
Aunque en realidad, de forma interna, la obra responde a cánones más clásicos que me han servido como base para ir haciendo crecer su estructura: Prólogo, acto I, acto II, acto III y epílogo. No invento nada, solo le doy una entonación distinta más acorde con el espíritu e intención de la obra.
5: En los mismos, incluyes citas de diversa procedencia. ¿Qué motiva su elección? ¿Qué significa cada una?
Las citas me han servido para ambientar e introducir los movimientos. Y todas ellas por sí mismas, configuran una especie de subtrama o de poema.
Para mí era fundamental elegir bien cada una de esas citas y que estas representasen los caballos narrativos y metafóricos de la obra. Por eso me he rodeado de autoras y autores que llevo cerca: Alejandra Pizarnik, Carl Gustav Jung, Blanca Varela, Alan Moore y William Blake.
Pero también es cierto que hasta casi el momento de entregar la obra a la imprenta estuve revisándolas, buscando alternativas más acordes y dudando. Tenía bastantes apuntadas y mi interés es que fueran lo suficientemente claras para dar pistas de cada movimiento, pero sin llegar a la obviedad. Mantener cierto misterio, extrañeza y el atractivo suficiente para entrar con buen tono en cada una de las partes.
6: ¿Por qué Saturnalia? ¿El título trata de reflejar el carácter transgresor y de desobediencia a las normas de esta festividad romana, con la sordidez de las obras finales de Goya que huían de lo académico para reflejar los aspectos más desagradables de la existencia?
Cada vez que inicio una obra nueva comienzo un cuaderno donde voy apuntando y desarrollando lo que quiero contar: planificación, estructuración, documentación… Y la primera página la dejo para ir anotando posibles títulos. Siempre comienzo con textos muy obvios hasta que poco a poco, y en diferentes etapas de la obra, van apareciendo posibles títulos hasta que llego al definitivo. A lo que voy, con este cómic, la búsqueda no tardó en darme el título final. No más de veinte intentos hasta que surgió: Goya. Saturnalia. Y lo vi claro, no podía ser otro.
Porque las saturnales eran una festividad romana que, durante unos siete días de diciembre, sus ciudadanos y esclavos eran libres. De todo y para todo. Comenzaba con un sacrificio y acababa con el nacimiento del Sol el 25 de diciembre. Funcionaba como un reinicio estacional y emocional para toda la sociedad. Y esto me ha servido de metáfora para exponer el punto exacto que imagino para un Goya anciano, cansado de la vida en la Corte, que había vivido una gran guerra y dos crisis que si bien no le mataron, le dejaron secuelas gravísimas en su estado físico y mental; entre ellas la sordera total en la primera de ellas. Un Goya que se aleja de todo para explotar artísticamente, casi en soledad, al hacer las Pinturas negras. Óleos en paredes sin ninguna intención de venta, visibilidad o perduración. En definitiva, obras hechas para él.
Volviendo al término “Saturnalia” hay algo que también me atrajo de él y que tiene que ver con otro de los aspectos fundamentales del cómic: las conexiones nominativas, temporales y artísticas que he trazado en la obra. Así, Saturnalia me llevó a una de sus Pinturas negras esenciales (si no la más importante de la serie) Saturno devorando a un hijo. Pero también a “saturnismo”, una de las múltiples enfermedades que sufría Goya. Que era una intoxicación por plomo en la sangre (derivado del uso de los óleos) y que podía provocar delirios y cierta locura.
Una enfermedad que, curiosamente, compartía con otro sordo célebre, Ludwig van Beethoven. El cual pasó por otra Saturnalia, la Grosse Fuge.
7: Destaca sobremanera la secuenciación de ciertas páginas donde seguís una división fija de tres líneas horizontales constituidas por cuatro verticales. ¿Con qué intención lentificas el tiempo de acción del relato? ¿Es un primer paso para adentrarse en la mente de Goya poco a poco y de forma sutil?
La retícula 3×4 es la base de todo el cómic y tiene una intención narrativa pero aún más metafórica que uso como recurso metatextual. En todo el juego simbólico entre la esclavitud y libertad que tiene el cómic, la retícula saca esto a la luz de forma física. Cuando Goya está en un estado alienado, es cuando la rejilla se convierte en una jaula que atrapa al pintor. Y de la misma forma funciona a la inversa, cuando desaparece es cuando la libertada creativa de Goya se hace más evidente. Pero también la de nosotros, los autores.
Además, como he comentado antes, la base reticular la usé como una especie de pentagrama donde poder componer las páginas de forma poético-musical. Que puede sonar muy pretencioso pero me ha servido para encontrar el tono general de la obra.
8: Dado este carácter introspectivo de la obra, ¿cómo logras forjar la personalidad de Goya? ¿Cuánto hay del Goya real en tu interpretación?
Hay mucho del Goya documentado en el cómic porque hablamos de Francisco José de Goya y Lucientes, de uno de los pilares de la cultura occidental. No podía olvidarme de su importancia como icono y por eso el Goya “real” debía estar reflejado en la obra.
Así, la interpretación de su vida y obra que expongo no es para desfigurarle, más bien, es un intento de amplificarle. Mostrar recodos que no se ven en libros de historia o de teoría del arte. Que para eso están, cumplen su función, pero no hay que olvidar que Goya. Saturnalia es ficción. Y no hay mayor verdad que una mentira.
9: Un hecho tan significativo en su personalidad como fue su paulatina sordera, ¿cómo tratáis de reflejarla? ¿Hasta qué punto le aisló de su entorno?
Para involucrar al lector en la personalidad y la mente de Goya, había que tratar la obra bajo una falsa perspectiva de tercera persona omnisciente. Adentrarnos en la obra desde un segundo plano para ir desmenuzando las entradas y salidas no pautada de la personalidad de Goya. Algunas veces lo vemos desde lejos y otras de forma tan cercana que nos ponemos en su piel y en su mente sin llegar al soliloquio continuo de principio a fin.
Para ello, el recurso más evidente que usé fue el de los bocadillos en blanco para expresar la sordera total de Goya. Una sordera que le cambió por completo. Su carácter se volvió más agrio y amargado pero también fue fundamental para ampliar su imaginario interno. Un aislamiento forzado que él catalizó en muchas de sus obras, fundamentalmente en las Pinturas negras.
10: ¿Qué lo lleva a plasmar sus Pinturas negras en las paredes de la Quinta del Sordo?
Hay muchas teorías y muy poca documentación sobre esto. Hay pistas pero no dejan de ser interpretaciones que tienen que ver más con su “retiro” en la Quinta del Sordo.
Seguramente sean teorías acertadas, pero no definitivas para decir con claridad la intencionalidad de Goya: el caos gubernamental de una España aún mutilada por la guerra contra los franceses, la amenaza absolutista encabezada por patriotas que buscaban el regreso de Fernando VII, una constante persecución pública y social a los “afrancesados”…
Pero en realidad no importa demasiado el porqué. Las pinturas están ahí y hablan con su materialidad, su capacidad expresiva, su simbología… Eso es lo que realmente importa y, particularmente, lo que más me interesa.
11: ¿Pretendéis reflejar la gama cromática (ocres, dorados, tierras, grises y negros) de sus pinturas? ¿Cómo conecta vuestra obra con la particular imaginería del universo goyesco?
La ambientación cromática es uno de los fuertes del cómic y por supuesto está basada en la obra de Goya. En sus pinturas, dibujos y grabados, principalmente.
Manuel Romero ha sido capaz de trasladar las múltiples paletas del pintor a las páginas con coherencia, buen gusto y sentido común; creando un puente de admiración al supeditarse a Goya con humildad pero sin complejos. Y esto demuestra lo gran artista que es Manuel.
12: En el cuarto movimiento, el propio Goya, en un lúcido devenir de la conciencia, reflexiona sobre sus influencias y posterior relevancia. ¿Qué hace a Goya un artista único e inmortal? ¿Qué supone para ti en la conformación de tu propio estilo?
Goya inició el arte tal como lo concebimos hoy día y hay una famosa frase de Nigel Glendinning que expresa muy bien este sentimiento: «Un modelo romántico para los románticos; un impresionista para los impresionistas, Goya más tarde se convirtió en un expresionista para los expresionistas y un precursor del surrealismo para los surrealistas”.
Para mí, Goya es un misterio. Aún ando dándoles vueltas a su figura y sobre todo a su obra más personal. Me gustan los autores y autoras que son capaces de generar enigmas. Me gusta lo que no entiendo. Me gusta descifrar problemas y aún me gusta más, generarlos.
13: ¿Hasta qué punto has sido concienzudo con la documentación? ¿Cuáles han sido tus principales referencias? ¿Qué crees que aportáis Romero y tú con vuestro ensayo narrativo?
La documentación ha sido fundamental para construir un armazón bien asentado. He investigado mucho y he bebido de libros, series, artículos, películas, cuadros, exposiciones, dibujos, grabados…
Hasta el último momento he estado revisando mis notas para no dejar demasiados cabos sueltos. Que los hay, seguro. Porque llega un momento en que la documentación no alcanza a todo, los datos, cuanto más particulares, se vuelven escasos y contradictorios. Ves errores (o crees ver errores) en otras obras que te hacen dudar de lo tuyo… Es complicado. Pero también liberador porque, al ser una obra de ficción, hemos podido aprovechar las rendijas donde la “realidad” no puede llegar.
Sobre esto, al final de cómic puse la siguiente nota que resume lo que estoy contando ahora:“Los autores dudan que los acontecimientos narrados en esta obra hayan ocurrido en realidad, pero tampoco tienen certezas de que no lo hayan hecho”.
¿Qué hemos aportado? Una obra honesta que nace de las tripas. Podrá gustar más o menos, pero es auténtica en la forma que tanto Manuel Romero como yo sentimos a Goya.
14: ¿Cómo se concretaba vuestro proceso de trabajo? Da la sensación de que entre ambos ha existido un alto grado de complicidad.
El método de trabajo que hemos usado en Goya. Saturnalia no se parece en nada a algo que haya hecho antes en otras obras en la que he trabajado con otros dibujantes: una vez pasadas las primeras fases de diseño, estructuración y escaleta, en lugar de escribir el guion, lo dibujé. De manera muy esquemática. Página a página y viñeta a viñeta.
Y con esto, hacía la “traducción” a texto convirtiéndose en el guion definitivo que es lo que leía Manuel Romero. Y aunque pueda parecer lo contrario, no lo trataba de forma técnica. De hecho, dejaba notas muy someras pero bastante precisas, para no contaminar mucho a Manuel y que tuviera su propia libertad de acción. Era fundamental que fuera guiado pero que no se sintiera encorsetado.
Además, como complemento a esto, le mandaba un layout de la estructura página a página, que le servía de guía para dibujar los artes finales. Y aunque suena algo enrevesado, el entendimiento entre ambos ha funcionado muy bien. De hecho, no hemos tenido que pasar por una fase de story porque, en realidad, ya lo había desarrollado yo anteriormente con mi guion-esquema dibujado. Así, del guion en texto, salieron las páginas definitivas (con un fase final de correcciones menores para cuadrar todo).
Ya como última curiosidad, lo único que vio Manuel de mis dibujos fueron los diseños de la portada del cómic. Hice unas cuantas variantes que giraban a una idea muy clara y que Manuel ejecutó con brillantez. Luego rematé con el diseño del rótulo y demás condicionantes editoriales para dejarla lista para imprenta.
15: ¿Consideras Goya.Saturnalia tu obra más destacada por el momento? ¿Qué la diferencia respecto a otras narraciones anteriores?
Es la obra más ambiciosa, eso seguro. Pero eso lo da la propia figura de Goya. Solo su nombre ya impone un estatus al que no estoy acostumbrado. Da un poco de vértigo porque este cómic nunca hará justicia a Goya. Tampoco lo pretendo, pero la responsabilidad ahí está. Lo asumo con la valentía que da la ignorancia.
Lo que es seguro es que con este cómic siento que he encontrado un camino por el que empezar a transitar. Ha sido un trabajo liberador para quitarme de encima algunos complejos (que no todos) y de alguna manera, esta obra ha sido mi propia Saturnalia. Y es tan genial como aterrador.
16: ¿Volverás en un futuro inmediato sobre la figura de Goya? Y en relación con esta pregunta, ¿nos esperarán nuevos proyectos futuros junto a Manuel?
Por mi parte no dejaré de pensar en Goya ya sea de forma directa o indirecta en mis futuras obras. Goya es enorme e inabarcable si se le mira desde el punto adecuado y da para mucho. Sobre todo para ser una fuente de inspiración tan grande como lo que representa.
Y claro, con Manuel Romero he trabajado muy a gusto y ha sido un placer hacer este cómic con él. Por mi parte, haríamos muchas más obras juntos, pero de momento queremos esperar a ver cómo funciona este cómic.
Hoy día, estamos muy centrados en Goya. Saturnalia, en darle el espacio y el tiempo que una obra con tres años de trabajo merece y necesita. Queremos que este cómic se lea, que se comente, que se critique, que nos lo tiren a la cabeza… En definitiva, ver cómo crece y evoluciona. Queremos madurar con él todo el tiempo que la realidad nos imponga.
Una entrevista de Javier Mora.