Robin Wood: dossier de personajes

Las presentes forman parte de un proyecto trunco iniciado por el Equipo de la Bañadera del Comic (Fernando Ariel Garcia, Andres Ferreiro, Norberto Rodriguez Van Rousselt y Hernan Ostuni) y Ariel Avilez.

La intencion fue hacer un libro integral sobre la Vida y Obra del gran guionista Robin Wood. El mismo deberia haber aparecido luego de los tomos de HGO en primer y Tercera Persona.

Distintas situaciones llevaron a que este proyecto naufragara al igual que el tomo 3 de esa coleccion que versaria sobre Alberto Breccia.

Facundo Quiroga

PUBLICACIÓN: D’artagnan 315 y 316 (1 y 15 de noviembre de 1975)
DIBUJANTE: Daniel Haupt
RESEÑA: En sólo dos episodios -«El tigre de los llanos» y «Muerte en Barranca Yaco»- Robin Wood desarrolla una simpática biografía del mítico caudillo riojano que dejara una huella imborrable en la historia argentina, allá por la primera mitad del siglo XIX.
Esta suerte de anecdotario, recorre a gran velocidad la niñez y la juventud del héroe, se detiene en su activa adultez y dedica varias páginas a los meses previos a su asesinato. Acertadamente, el guionista no olvida contextualizar históricamente los acontecimientos narrados para su cabal comprensión.

Cabe destacar que el pretendido rigor histórico con que se encara la obra, deja muy poco espacio para la licencia artística, y que esta se limita a aparecer sólo en contadas ocasiones en algunos ingeniosos diálogos. (A.A.)

Lawrence de Arabia

PUBLICACIÓN: D’artagnan 330, 331 y 332 (Mayo y junio de 1974)
DIBUJANTE: Gómez Sierra (Enrique Villagrán)
RESEÑA: En «Lawrence de Arabia», «El Aurens» y «El ocaso del héroe» se narra de manera ágil y efectiva la vida de Thomas Edward Lawrence (a) Lawrence de Arabia, el militar y agente británico que supo ponerse al frente de la revuelta árabe contra los turcos (primera mitad del siglo XX) y que llegó a tomar Damasco.

La trilogía, por su extensión, es perfecta: cada uno de los episodios permite a los autores desarrollar cómodamente el nacimiento, el auge y la decadencia del personaje histórico. La aparición de algunos personajes secundarios ficticios y la invención de situaciones imaginarias, enriquecen sobremanera el resultado final de la historieta. (A.A.)

Pipa Sánchez

INICIO DE PUBLICACIÓN: 9/12/1980 (Nippur Magnum Anuario Nº 1)
DIBUJANTE: Carlos Vogt (guionista, también, del primer número de la serie)
RESEÑA: Las mujeres argentinas son las más bellas del mundo: Pipa Sánchez es la excepción que confirma la regla. Y para colmo de males, es la hermana menor del inexplicablemente célebre agente secreto Pepe Sánchez. Tal vez por eso, durante algunos años jugó con la idea de ingresar al mundo del espionaje; pero al descubrir que la realidad de ese mundo tenía poco que ver con la que había forjado en el interior de su horrible cabecita, renegó del berretín. Dedicose el marimacho, entonces, a un asunto que consideró más interesante: los hombres… pero los hombres no se interesaron en ella.

Para empeorar la cosa, las aventuras que había dejado de buscar comenzaron a buscarla a ella: en un vano intento de mejorar su aspecto, decidió recurrir a un instituto de belleza, donde no logró otra cosa que desbaratar una peligrosa banda de tratantes de blancas. Harta, decidió abandonar la moral y las buenas costumbres que su santa madre le inculcó y comenzar a fumar, beber, perderse… en fin, el asunto es que terminó -vaya uno a saber como- desintegrando una célula de falsificadores de dinero.

Hasta hace un tiempo, el loro, el bagayo, el Gran Bagre Argentino o como prefieran llamarla, continuaba viviendo con su madre -Doña Chiara Monodónogo de Sánchez- y sus hermanos, el Beto, el Rúben, la Chuchi y el Caracú; pero ya parece haberse independizado y acomodado sus gustos optando por el delicado deporte de fútbol femenino. Sus hermanos mayores, Pepe y el Cholo, también viven solos; mejor para ellos… (A.A.)

Merlín

INICIO DE PUBLICACIÓN: Nippur Magnum Súper Anual n°36 (Julio de 1993)
DIBUJANTE: Enrique Alcatena
RESEÑA: Hubo un tiempo mejor -cuentan las leyendas- en que los humanos y los Seres Fantásticos coexistían en forma armónica. Las Fuerzas Blancas y las Fuerzas Negras -la esencia del infierno- se enfrentaban en silencio.

Pero el hombre en su barbarie comenzó a destruir viejos equilibrios; el odio, la brutalidad y la guerra eran insoportables ya para los inocentes Seres Fantásticos… y entonces su reina, Laliana, decidió volver con los suyos al Otro Mundo, una dimensión gris y helada donde, sin embargo, tal vez podrían vivir en paz.
Merlín Ambrosius, el joven hijo de un duende negro, aún confiaba en los hombres cuando pidió una oportunidad para reinstalar el orden en la tierra: daría a la humanidad un rey, un líder ejemplar que la llevaría por buen camino. Pero su aventura empezó mal: para engendrar a su futuro monarca, permitió al brutal rey Uther Pendragón someter mediante engaños a Ingraine, esposa de otro reyezuelo. Bajo esta mala estrella nació Arturo Pendragón. De inmediato, Merlín supo que debería ocultar a la criatura y la confió al cuidado de Sir Héctor y su mujer. Los sucesos posteriores le hicieron bendecir su prudencia: Ingraine, enloquecida, apuñaló a Uther; y la primera hija de Ingraine, Morgan Le Fay -última representante de las Fuerzas Negras en la tierra- juró para Merlín y Arturo una existencia y un fin miserables.

Pasaron los años, y Morgan Le Fay decidió despertar al demoníaco Soñador Negro para que le hiciera un hijo. Más tarde, localizó al todavía escondido Arturo haciéndolo desclavar de una roca la espada que sólo cedería ante la fuerza de un descendiente del fallecido rey Uther. Muy joven, el atemorizado niño se convirtió en rey de Camelot. Nimue, La Doncella del Lago,-a pedido de Merlín- obsequió a Arturo una espada capaz de ganar por sí sola una batalla: la famosa Excalibur.

La acción de gobierno del rey Arturo y la de sus Caballeros de la Tabla Redonda no era muy distinta a la de los viejos nobles; las guerras seguían a la orden del día -para la gloria de esos mismos nobles- y el pueblo moría de hambre para solventarlas. Hasta que un día, Arturo conoció a Ginebra. Con Ginebra como reina, las cosas cambiaron en Camelot: los Caballeros perdieron sus derechos abusivos y los pobres tuvieron platos con comida en sus mesas (¡Arturo cumple, Ginebra dignifica!). Parecía que Merlín, por fin, había triunfado.

Pero sucedió que el más puro de los Caballeros llegó a Camelot: se llamaba Lanzarote del Lago. Se convirtió rápidamente en el mejor amigo de su rey… y en el amante de su reina (la pasión era incontrolable). Esa falla en la perfección de Camelot fue aprovechada por Morgan Le Fay, quien infiltró a su pérfido hijo Modred en la Corte del Rey Arturo y quien, desde esa posición, comenzó a sembrar la discordia agitando la bandera de la inmoralidad anidada en el Palacio. La guerra civil que degeneró en miles de pequeñas guerras más, terminó por derrumbar el sueño que fue Camelot. El mudo se sumergió en el terrible caos en el que aún hoy chapalea, y los Seres Fantásticos debieron retornar al Otro Mundo. El Rey Arturo murió dando muerte al cruel Modred; Excaibur fue devuelta a Nimue y Merlín, ya cansado, se entregó al cuidado de esta última, quien levantó, en el Bosque Encantado de Broceliande, una torre de cristal para que el Gran Mago descanse eternamente.
Se dice que el sueño a muerto, pero los soñadores Arturo y Merlín perduran en la Leyenda Inmortal que jamás será olvidada; es poco, pero peor es nada… (A.A.)

Danske

INICIO DE PUBLICACIÓN: Febrero de 1991, en El Tony Todo Color 70
DIBUJANTE: Gómez Sierra (Enrique Villagrán)
RESEÑA: Planeta Tierra: el futuro. Tras la Gran Hecatombe, pequeños grupos de humanos sobreviven, aislados unos de otros, como pueden. La explosión de varias centrales nucleares deformó a un número importante de personas que se han convertido en mutantes, extrañas criaturas algo dementes cuya única motivación parece ser la destrucción de lo que queda de la humanidad. Por otro lado, los Androides dominan las únicas doce ciudades existentes; estos seres creados por ingeniería genética que han colonizado, incluso, otros planetas, están obsesionados por la perfección, y en su obsesión, realizan periódicos Actos Higiénicos: unas brigadas conocidas con el nombre de Patrulleros, tienen como misión la eliminación sistemática de cuanto humano encuentren en su camino. Como si esto fuera poco, la diezmada población humana tiene otros dos enemigos de cuidado: las Amazonas (fanáticas mujeres-guerreras que desprecian a los hombres y su debilidad) y los Cazadores (despreciables sujetos que asesinan a otras personas a cambio de que los Androides los dejen en paz y los provean de bebidas y alimentos).

En este terrible mundo ha nacido Danske; más precisamente, en una tribu oculta en el interior de un volcán. La líder de la comunidad es la anciana conocida como Madre Mayor. La situación es desesperante: Corley, el único hombre de este grupo de mujeres y niños, el encargado de abastecerlo de alimentos, ha sido asesinado por los Cazadores. Y es Danske, una inexperta pero voluntariosa jovencita, quien ha sido elegida para abandonar el volcán y encontrar una solución a los problemas de su gente.

En un increíble golpe de suerte, la Elegida le salva la vida a un extraño aventurero llamado Barker; éste, en agradecimiento, le enseña a la muchacha el arte de la lucha y la supervivencia. Barker, al igual que su fallecido padre, es un gran científico cuyos estudios le han permitido obtener logros tales como descubrir el modo de detener las mutaciones; obviamente, esto ha alarmado sobremanera a los Androides, y por eso lo buscan para terminar con su existencia, obligándolo a vivir errante para evitarlo. Este buen hombre puede ufanarse, además, de ser el único amigo de las Amazonas.

La vida de Danske cambia, precisamente, cuando tras liquidar a toda una banda de cazadores, las Amazonas la enrolan en sus filas, la inician en sus costumbres y hasta le dan un nuevo look sexy-punk. Incluso le permiten tomar su primer hombre, quien no es otro que el mismísimo Barker.

Decididos a completar sus respectivas misiones, Danske y Barker se separan. La joven amazona, tras recorrer mucho mundo, regresa a su tribu con gran cantidad de provisiones y una idea: abandonar son su gente el volcán y establecerse en un lugar más confortable.
Para la búsqueda del nuevo hogar, se lleva consigo a la joven Svenska, con quien al principio se lleva horriblemente mal -especialmente después de que la jovencita es violada por imprudente-. De todos modos, el tiempo juntas, los caminos y los peligros compartidos, terminan por hermanarlas.

La solución que Danske esperaba la encuentra gracias a Thor, un amigo de Barker, quien conoce el lugar ideal para la gente de la Amazona: un viejo depósito y sus zonas aledañas, acondicionado antes de la Hecatombe como un refugio provisto de alimentos, semillas, medicinas, herramientas, generadores de energía, armas, etc.

Cuando Danske regresa al volcán para buscar a su gente -ya sin Svenska, quien se ha quedado con Thor- Mjadre Mayor muere y la Elegida asume el liderazgo de su tribu.
El camino del éxodo está plagado de peligros -no es fácil moverse en el desierto con sólo mujeres y niños- y deben enfrentarse a Cazadores, Mutantes y Patrulleros. Pero nada puede detener a Danske y a los suyos y, finalmente, llegan a su destino. La semilla de un nuevo mundo ha sido plantada. (A.A.)

Brío

INICIO DE PUBLICACIÓN: Julio de 1989, Nippur Magnum Súper Anual 21
PRIMER (Y ÚNICO) DIBUJANTE: Gómez Sierra (Enrique Villagrán)
RESEÑA: Poco se sabe del misterioso Capitán Brío. Los datos que de él poseemos llegan a nosotros en mezquinas dosis, escritas en primera persona por el marino en cuestión. Sabemos que este enorme aventurero se hizo de alguna fama a principios del siglo XX, navegando el Caribe -mar que conocía como nadie- y ofreciendo su velero y sus servicios al mejor postor.

Colmado de deudas, esperaba un guiño cómplice de la suerte en un bar apestoso de Puerto Vasallo, cuando La Gran Oportunidad golpeó a su puerta: Mortimer Clayton, la condesa Ana Marsikova, la letal Luisa Codrington y un gigantesco cosaco, lo contrataron para rescatar el inconmensurable tesoro de una vieja embarcación rusa hundida en el Caribe… en realidad, el objetivo -desconocido- de esta gente era otro, pero no sabemos cual.

Fue así que una pintoresca tripulación comandada por Brío se hizo a la mar: Ambrosio, el furibundo tabernero; Ebenezer, un negro de muchos recursos; Morton, un belicoso y aparentemente inservible borracho y Ching, el cocinero de comidas incomibles pero de astucias infinitas. Los seguía muy de cerca un grupo de bandoleros comandados por un tal Blackjack; jamás supimos si les dio alcance: Brío interrumpió la relación de sus viajes.

El Muerto

INICIO DE PUBLICACIÓN: Diciembre de 1992 (D’artagnan Anuario Nº 40)
DIBUJANTE: Daniel Müller
RESEÑA: El Muerto no tiene nombre. Cuentan que en vida supo ser un noble guerrero cristiano que se batió bravamente con los turcos. Hasta que en una ocasión, el y diez de sus hombres cayeron prisioneros; el jefe turco que logró la hazaña, deseando vengar la muerte de su hermano, puso en una encrucijada al noble paladín de la cristiandad: debía matar a uno de los sobrevivientes para que el resto conservase la vida; sin dudar, el caballero abrió su propio pecho con el puñal que se le había entregado.

Las vidas de sus hombres fueron respetadas -incluso recibieron grandes cantidades de oro- y los mismos turcos, admirados de su valor, le dieron la sepultura de un Sultán. Pero al tercer día, resucitó de entre los muertos. Decidió, entonces, instalarse en el desierto a meditar, a esperar…

La fama de El Muerto llegó a oídos del moribundo Sultán. El Muerto era tenido por hombre justo, y un hombre justo era lo que necesitaba el Sultán para poder morir en paz; un hombre que recorriese su reino, hablase con sus súbditos y le informase, finalmente, si había sido un monarca honesto, un buen gobernante, un digno elegido de Alá.

Aceptó la misión El Muerto, tal vez esperando él también hallar la respuesta a sus preguntas personales. Marchó en soledad, con el Anillo de la Justicia que le daba un poder sólo comparable al del Sultán. Y en su viaje castigó a los injustos (es célebre su largo enfrentamiento con el cruel bandolero conocido como El Fantasma), premió a los nobles de corazón y supo todo acerca del amor y el odio infinito; conoció lo peor de la avaricia y las trampas de las ambiciones complacidas. Al término de su largo peregrinar, puede decirse que descubrió QUÉ ES EL HOMBRE.

Y él, que jamás abusó del poder terrenal que se le había otorgado, ni de los extraños poderes que en él se manifestaron cuando volvió de la muerte -dominio de voluntades ajenas, clarividencia-; él, que ya había encontrado respuestas a las preguntas que lo atormentaban en sus noches sin vida, volvió al agonizante Sultán a confirmarle que, efectivamente, él también era un hombre justo.

Tras esto, El Muerto volvió en paz al mundo del que escapó, y el buen Sultán recuperó su salud. Pero hay leyendas que desmienten la primera parte de este final; hay niños que aseguran que sus sueños son vigilados por un extraño ser, un ser al que llaman El Muerto. ¿Quién sabe…? (A.A.)

Ibáñez

INICIO DE PUBLICACIÓN: 6 de enero de 1983 (D’artagnan Anuario Nº 13)
DIBUJANTE: Enrique Breccia
RESEÑA: Aragón, España, 1517. El Conde Alonso de Ibáñez, quien fuera mano derecha de Fernando el Católico en la guerra contra los moros, debe dedicarse a la labranza de la tierra para sobrevivir; no ha sido un buen administrador y ha dilapidado toda su fortuna. Hoy, cosecha los frutos de su imprudencia junto a su joven hijo, el gallardo Gonzalo Ibáñez. Y soporta estoicamente las constantes burlas de un viejo enemigo, el duque de Cisneros, quien goza de una inmejorable posición: es guardián y dueño de las tierras montañosas que impiden a los franceses atacar España; es el niño mimado de las Cortes de Castilla y Aragón.

Ahora bien, Gonzalo no tiene la paciencia de su padre, y no puede evitar matar con su azada -tras un duelo involuntario- al insolente Cisneros. Enterados de la tragedia, los franceses aprovechan para apoderarse de las tierras del difunto: Francisco de Francia ya está en España. El duelo, evidentemente, se ha convertido en un asunto de Estado, y el Rey Carlos I de España y V de Alemania decide castigar a los responsables: Alonso es confinado a un calabozo subterráneo y Gonzalo es condenado a realizar trabajos forzosos. Pero la buena fortuna sonríe tímidamente al joven Ibáñez, y le permite frustrar el secuestro de Juana la Loca, la madre de el Rey.

Carlos V le concede la libertad a Gonzalo Ibáñez y le obsequia una espada: con ellas debe ganar la libertad de su padre. El comienzo no es alentador, porque debe dedicarse a mendigar… pero finalmente toma impulso y se lanza a la aventura que, tal vez, le permitirá rescatar al viejo Alonso ¿lo logrará? (A.A.)

Starlight

INICIO DE PUBLICACIÓN: Diciembre de 1994 (Nippur Magnum Súper anual Nº 41)
DIBUJANTE: Juan Zanotto
RESEÑA: El espacio, la frontera final. Estos son los viajes de la nave «Starlight». Su misión: recoger la basura que absolutamente todos los planetas y subplanetas arrojan al espacio, y reducirlas en las llamadas «bases de fuego». Es un mal trabajo, y peligroso; sólo un desesperado puede aspirar ese destino de paria.

J. Walker es un desesperado; supo integrar las patrullas espaciales y fue Piloto clase A de espacionaves comerciales. Hace tres años se enemistó con La Compañía, la multiplanetaria que maneja los hilos de los mundos conocidos: en una nave que él capitaneaba, encontró droga verde marciana, propiedad de los popes del comercio. Walker no dudó un segundo en destruir el cargamento. La Compañía tampoco dudó un segundo en enviarlo a una prisión del desierto africano, cercana a Ciudad Mandela. Por un error burocrático, el ex capitán salió en libertad después de tres durísimos años. La Compañía lo busca desde entonces para matarlo, pero Walker consigue buen refugio en la nave «Starlight» : ni La Compañía ni los Sindicatos tienen poder sobre los basureros.

Christa Shark es la joven dueña de la «Starlight» -nació en la nave-; la heredó de su padre, que era un salvaje pirata espacial; también le heredó el mal carácter, pero ese es otro tema. Si bien Walker no le cae bien en un principio -luego se enamora de él-, necesita más tripulantes para que la licencia de su nave no sea revocada. Además, la jovencita no tiene títulos de navegación y no le viene mal un experto Capitán para su máquina.

M. Rathon es el tripulante más antiguo de la «Starlight»; es, también, la mano derecha de Christa. Es un navegante mediocre pero efectivo, borracho e inmoral: estas condiciones lo hacen el amigo ideal para Walker.

R. Falcone fue Navegante clase A Plus y compartió cientos de aventuras con Walker. Ahora es un monstruoso mutante de tercer grado, destinado a vivir sus días en las cloacas de la decadente Ciudad, sin la posibilidad -siquiera- de copar las calles por las noches, como les está permitido hacerlo a mutantes más leves. Sólo la recomendación de Walker y la desesperante de tripulación que tiene Christa, lo han llevado a la sala de máquinas de la «Starlight». Nadie se ha arrepentido de ello: es el mejor elemento del grupo.

Y ahí anda este curioso equipo, padeciendo aventuras que no busca, luchando con piratas del espacio, compañías corruptas y Enemigos extraterrestres infinitamente poderosos. Incluso se ha hecho un tiempito para salvar el Universo. Eso sí, Christa aún no ha podido levantarse a Walker -la dolorosa idea de tatuarse el trasero no fue efectiva-; pero no pierde las esperanzas de que esto ocurra, tal vez, cuando sus pechos terminen de desarrollarse. (A.A.)

Anders

INICIO DE PUBLICACIÓN: Diciembre de 1991 (Nippur Magnum Anuario Nº 30)
DIBUJANTE: Alfredo Falugi
RESEÑA: 1914. La Gran Guerra ha comenzado ¿Pero que puede importarle esto a Anders, un simple hijo y nieto de herreros? Es joven, fuerte, admirado por los niños y amado por las mujeres -por todas-. Vive con sus padres, y está a punto de casarse con Ania, la hija de Pedro el caldero y la muchacha más bella de la aldea-isla rusa que solo sabe por mentas que allá, muy lejos, hay gente matándose.

Hasta que cierto día llega a la aldea una avanzada del ejército alemán. Prolijamente, de modo impersonal, se instalan en el pueblo y confiscan lo confiscable. El padre de Anders protesta -quieren quitarle el vino que reserva para la boda de su hijo y el nacimiento de su primer nieto- y es fusilado acusado sin demasiada convicción de ser un espía moscovita. Ania, la prometida de Anders, se entrega a un joven soldado alemán que, finalmente, termina aburriéndose de ella. ¿Falta algo más para destruir el mundo de Anders? Si: granadas. El ejército ruso arrasa la aldea pues la sabe ocupada por alemanes. Todos mueren; mujeres y niños incluidos. Sólo sobreviven Anders y el gigante Morel (cuyo padre también ya había sido fusilado), quien salva al primero de ser pasado por las armas.

Así comienza la marcha de estos jóvenes prematuramente envejecidos por la desgracia. Van hacia el este, buscan el sol, el mar y la paz. Atraviesan a pie la estepa rusa. Se espantan al ver decenas de aldeas arrasadas por la guerra; conocen oficiales ansiosos de batallas y soldados hartos de ellas, ven desfilar legiones de desesperados -como ellos- que intentan escapar de la masacre: muchos hayan una única salida en la locura. Pero también se topan con la grandeza: conocen la implacable justicia que imparte en sus tierras un viejo príncipe de leyenda conocido como «El Cosaco», Sacha Veblin.

El largo peregrinar los endurece y los hace astutos. Llegados a la frontera con Mongolia, se enteran no sólo que la guerra ha terminado, sino que una revolución a depuesto al Zar de todas las Rusias… y que rojos (revolucionarios) y blancos (zaristas) han encontrado nuevas excusas para empuñar las armas. En este punto, Anders aprende el oficio de maquinista de trenes y rápidamente consigue -por la fuerza- un empleador: la Princesa Tatiana Gavorovski, quien huye de los rojos hacia el este, en su tren privado. El viaje, largo y plagado de peligros, no es aburrido: la Princesa encuentra en Anders no sólo un eficiente empleado, sino también un excelente amante. Y como no podía ser de otra forma, se topan, también, con la Historia: se hacen amigos de un joven chino llamado Mao-tse-Tung, y fuerzan una incómoda alianza con un tal Trotsky. Una vez en Asia, la Princesa se separa de Anders y se embarca hacia Francia.

Las últimas noticias que se tienen de los amigos Anders y Morel datan de China, hacia 1919: son piratas y traficantes de opio bajo las órdenes de la capitana Ojos de hielo… y a la muerte de ésta -ya asumidos como aventureros- se lanzan a la búsqueda del padre de la difunta, con el fin de entregarle una muñeca que la pirata le dejó como única herencia. Y no se sabe más de esta última y extraña misión. (A.A.)

El Peregrino

INICIO DE PUBLICACIÓN: Febrero de 1995 (Nippur Magnum Súper Anual Nº 42)
DIBUJANTE: Walther Taborda
RESEÑA: Sabemos del pasado de Robert Preston (a) El Peregrino, que es un occidental criado en China y en Japón, que fue un experto navegante y que llegó a ser Oficial de la Marina Inglesa. En algún momento de su vida, estrechó lazos de amistad con Fidel Castro, y es posible que haya luchado codo a codo con él y con el Che Guevara por la liberación de Cuba. Como todo aventurero que se precie de tal, participó en la Guerra de Vietnam. También extrajimos de ese pasado que Mister Preston se empeña en ocultar, que estuvo casado con una tal Deidre, hija de un poderoso empresario al que, por aquellas épocas, supo hacer abuelo de un varoncito con el que jamás tuvo demasiado trato: al divorcio de la pareja lo sucedió un lógico -aunque excesivo- alejamiento.

El Peregrino se mudó a Hong Kong y se convirtió en un habitante más de esa extraña isla que, de un día para el otro, dejaría de ser colonia británica. Para ser justos, hay que reconocer que El Peregrino es un gran tipo; es un duro, pero no molesta a nadie; es un poco quijotesco y bastante inteligente; ama a las mujeres -a todas- y al whisky, y vive en un confortable junco que tiene anclado en la zona portuaria.

Su mejor amiga-amante-madre es Suzy, una adorable y candorosa prostituta que trabaja en «Happy Drink», el célebre cabaret de Mamá Liu.

Ojos-de-Víbora es el nombre que los nativos le pusieron al Capitán Bradley, el oficial inglés encargado de la seguridad de la isla y uno de los aliados recurrentes de El Peregrino. Bradley es corrupto hasta los huesos, pero igual de efectivo, ya que no tolera en su territorio las drogas, la trata de blancas ni los asesinatos. Incluso es evitado con temor por las legendarias Tríadas mafiosas chinas.

El Peregrino se gana la vida de diversas formas: hace las veces de detective privado, de guía turístico e, incluso, supo ser Presidente de el Sindicato de Prostitutas (¿?). Aunque tiene facilidad para llenarse de dinero, no tiene ni el talento ni el interés para administrarlo con sabiduría: casi siempre anda con lo justo. Lo que sí ha sabido capitalizar en tantos años de aventuras han sido amigos, de diferentes razas, sexos y edades; curiosamente, en este rubro podemos detectar algo así como el karma de la vida de Robert Preston: cada tantos meses, le asesinan alguna amistad que, invariablemente, él termina por vengar.

Siguiendo el camino de la aventura, en los últimos años ha vuelto a recorrer todo el Asia, Europa y Suramérica. Ha colaborado -nuevamente- con Fidel y le ha salvado la vida al Papa Juan Pablo II.

Pero aun con esas tremendas responsabilidades sobre los hombros, El Peregrino ya no se toma nada en serio: le basta para ser feliz una botella de whisky en la mesita de luz y una mujer en la cama. El tipo es un verdadero ejemplo de vida. (A.A.)

Chaco

INICIO DE PUBLICACIÓN: 12 de enero de 1989 (D’artagnan Anuario Nº 28)
DIBUJANTES: Alberto Salinas (hasta el episodio 9) y Carlos Casalla (el resto)
RESEÑA: Brett Anderson es un tipo asquerosamente rico que vive en los florecientes Estados Unidos de América de fines del siglo XIX. Tiene una hermosa esposa y un hijo recién nacido llamado Daniel. Pero cierto día, la suerte deja de sonreírle y unos indios apaches atacan la diligencia en la que viajan la mujer y el niño, y masacran a todos sus ocupantes… salvo a Daniel, pues los apaches aman a los pequeños y gustan de educarlos en sus costumbres.

El gran guerrero Manuelito -que supo luchar a las órdenes del legendario Jerónimo- adopta a la criatura y lo bautiza con el nombre de Chaco. Chaco crece libre y salvaje en el desierto de Chihuahua, en la zona por entonces endeblemente fronteriza de México y los EE.UU.; sólo sus largos cabellos rubios, sus ojos claros y sus facciones europeas desmienten una realidad irrefutable: es un apache, el más bravo de todos.

Pasan los años, y Loco, el líder de la ranchería en la que vive Chaco, comienza a sentir envidia de éste que, ya siendo un hombre adulto, se encarga de que a su tribu nada le falte: la provee de roas, municiones, alimentos, médicos blancos, caballos, y la defiende de los apacheros (cazadores de apaches). Es entonces cuando el destino comienza a jugar con sus piezas humanas y decide que se acerquen a la frontera mexicana los sobrinos de Brett Anderson, quien recientemente acaba de fallecer; buscan al desaparecido Daniel Anderson, porque sólo su hallazgo les permitirá apoderarse de la enorme herencia de su tío, quien había exigido en su testamento el cumplimiento de esa importante cláusula. Lógicamente, el cadáver del ahora llamado Chaco también les resultaría útil para hacer efectivo el cobro.

Los indeseables Anderson contratan a un ejército irregular mexicano comandado por un tal Mejía y, traición del envidioso Loco mediante, arrasan con la tribu apache, sin respetar las vidas de mujeres, ni de niños, ni de caciques traidores (lo matan a Loco, también). Sólo salva su vida Mujer-Lluvia, quien huye con medio rostro desfigurado, y Chaco, para quien el obeso Mejía idea una feroz tortura con el fin de vengar a su joven amante (Leonardo…), quien fura destrozado por el indio rubio antes de ser reducido.

El renegado es obligado a peregrinar por el desierto con un extraño yugo que lo mantiene con los ojos en alto, a merced del sol, y que le desgarra los pómulos. Providencialmente, Mujer-Lluvia libera a Chaco y se lo lleva -con dos flamantes cicatrices y todo- para utilizarlo como instrumento de su venganza. Pero hay un inconveniente que excede lo estética: el indio blanco está ciego como un murciélago.

Huyendo, Chaco y la india desfigurada buscan asilo entre los indios Tarahumara; allí conocen a un mexicano que tiene fama de matrero, y de malo, y que le dicen Doroteo Arango: también huye, pero de la ley. Este hombre se encarga de que los otros dos fugitivos sean bien atendidos. En agradecimiento, Chaco -aun con su limitación- le salva la vida a Don Doroteo, y éste decide festejar el acontecimiento cambiándose de nombre: de ahora en más será conocido como Pancho Villa.

Un tiempito después, un maltrecho alemán (El Alemán) llega a tierra de los Tarahumara y comienza a efectuarle curaciones a Chaco. Aún no repuesto del todo, el apache blanco es conducido por la fuerza a trabajar en las minas de Don Miguel Iglesias. Allí recupera la vista y el tiempo perdido: enamora a Isabel, la hija de su patrón y, luego de poseerla, la desprecia. Finalmente, escapa (algo absolutamente lógico, claro).

Tras mucho deambular -e involuntariamente hacer justicia- su camino vuelve a cruzarse con el de Pancho Villa, quién está combatiendo para poner al frente de la presidencia de México a Francisco Madero. Como en el bando contrario pelea «El Degollador» Mejía -uno de los asesinos de la tribu de Chaco-, el renegado se pone a las ordenes del revolucionario mexicano y logra luego eliminar a su viejo enemigo.

Con Madero como presidente de México, Chaco y su único amigo, el incorregible truhán conocido como «Profesor» Lester Brigham, se larga a conocer mundo. Se reencuentra con Mujer-Lluvia y El Alemán -ahora jefe de los Tarahumara- y se alegra al saber que vieja tribu no ha muerto: la india desfigurada da a luz un niño del europeo.

De ahí en más, el renegado vive edificantes y aleccionadoras aventuras junto a su fiel «Profesor» hasta que se lo matan, pero Chaco ya no es el mismo: ahora tiene sentimientos. Incluso lo apena presenciar la muerte del presidente Madero por orden del traidor Victoriano Huerta. Y son esos mismos recién estrenados sentimientos los que lo obligan a volver a aliarse con Pancho Villa en su nueva cruzada en pos de deponer a Huerta: lo hace a cambio de la libertad de Isabel Iglesias, aquella muchacha que, años atrás, humillara.

Poco a poco, Chaco hace suya la causa de la Revolución Mexicana, termina por encariñarse con Pancho Villa y decide que no es mala idea aprender a leer y escribir.

Casi en contra de su voluntad, el ahora capitán de Villa completa su vieja venganza y se halla con la fortuna Anderson en sus manos… pero su amistad con el tosco Don Pancho y los ideales de la revolución son más fuertes: abandona todo, y se lanza a la aventura. (A.A.)

Morgan

DIBUJANTE: Domingo «Cacho» Mandrafina
INICIO DE PUBLICACIÓN: Nippur Magnum Anuario N° 9 (17 de diciembre de 1985)
RESEÑA: -Nueva York, año 2043. Morgan, el incorruptible Jefe de la Policía de su ciudad, es recluido en una prisión de máxima seguridad por considerárselo responsable de la muerte de centenares de personas en medio de una persecución de una banda de cibernéticos locos que, exaltadísimos, hicieron estallar un generador atómico.

Confinado en la Celda Negra -pequeño calabozo sin ventanas ni luz eléctrica en el cual los presos suelen fallecer o perder la razón en pocos días-, Morgan comienza a ser conocido como 776919.

Nueva York, año 2045. El Tribunal de la Corporación que rige los destinos de la Tierra decide absolver a 776919; extrañamente, el ex policía sigue con vida.

La libertad no es demasiado tentadora: Morgan supo ser un policía honesto y concienzudo y centenares de delincuentes lo esperan en la ciudad para cobrase viejas deudas. Para colmo de males, le han retenido su tarjeta de identidad y su permiso de viaje, por lo cual no puede emigrar a las colonias que se han establecido en otros planetas; nadie con antecedentes penales puede hacerlo. El planeta Tierra es, en definitiva, un depósito de indeseables: lo destruyeron la polución, la aniquilación de la fauna y la flora, el agotamiento de las reservas minerales y el envenenamiento de las aguas.

A instancias de su gran amigo, Elmer, Morgan instala su oficina de detective privado -el trabajo policíaco es el único que sabe hacer-en el piso que está sobre el bar de aquel. Elmer -que parece vivir detrás de su siempre sucio mostrador- es un gran tipo: presta generosamente su oído cuando quiere oír hablar a alguien con la misma facilidad con la que le rompe la cabeza a esta misma persona cuando pierde la paciencia.

Curiosamente, Morgan encuentra un importante aliado para resolver sus grotescos casos, en la figura de Paterson, el nuevo Jefe de Policía, a quien siempre lo unieron mutuos lazos de odio y desprecio.

La clientela de Morgan es variopinta: desde señoras que buscan mascotas y maridos perdidos, pasando por millonarios científicos locos que anhelan recuperar sus creaciones humanoides que suelen fugarse, hasta mutantes proscritos deseosos de venganza.

Cierto día, un sol viene a iluminar los oscuros días de morgan: es Texas, una salvaje mocosa rubia y llena de pecas, ex miembro de las Fuerzas de Choque y el Ejército Territorial… y capaz ella sola de barrer con lo que queda de la humanidad. Si bien vino a la ciudad para ejecutar al poderoso asesino de su hermana, Texas termina convirtiéndose en la mano derecha del veterano ex-policía, y en una suerte de amor platónico apenas insinuado.

Nueva York, año 2052. La Tierra sigue tan indeseable y corrupta como siempre, pero Morgan, Texas y Elmer continúan de pie, luchando contra invencibles molinos de viento, cultivando una inconfesable amistad imperecedera y tratando rescatar, sin saberlo, retazos de felicidad que les impida hundirse con el mundo que los rodea. Y lo logran. (A.A.)

Pepe Sánchez

DIBUJANTE: Carlos Vogt
INICIO DE PUBLICACIÓN: El Tony Supercolor Nº 1 (Diciembre de 1975)
RESEÑA: Pepe Sánchez es un milagro argentino: típico muchachón de barrio, familiero, gran amigo, amante del tango, las mujeres y el mate, es el integrante más fiel de la hinchada de Chacarita Juniors (no falta a uno solo de sus partidos); como no tenía mucho colegio, vivía de changas; justamente, laburaba como encargado de una playa de estacionamiento, cuando fue reclutado por la UNOM, luego conocida como CES (Centro de Espías Sofisticados), que es una desorganizada organización reconocidamente secreta que se dedica -no con mucho éxito- a proteger a la humanidad. Pepe vino a ser algo así como el primer agente en la región del Río de la Plata: la necesidad tiene cara de hereje.

En su primera misión, Sánchez colaboró con el afamado James Pont, a quien supo sorprender por una habilidad innata: la improvisación. El haber logrado la hazaña de rescatar -el solito, prácticamente- diez bombas atómicas, le comenzó a granjear una fama envidiable. En poco tiempo, fue elegido «Espía del Año» en el Congreso Anual de Espías.

Se enfrentó con inexplicable éxito a Spectrum y a Kosmos (Las organizaciones mundiales del delito), a CAOS (Círculo de Asesinos, Oportunistas y Saboteadores), a la Maffia, a la Unión Corsa, a Asociated Chumbo’s, a Afanum Aerian y a Asesine-Con-Una-Sonrisa-Incorporated.

Vio crecer a su subsede regional, se familiarizó rápidamente con su oficio y conoció el mundo entero. Cada misión le deparó un nuevo amigo y, mínimo, dos o tres mujeres. Ganó gritos de sus jefes debido a su proverbial irresponsabilidad y negligencia, pero de ellos mismos recogió aplausos por su incomprensible efectividad.

Tal vez la única persona capaz de sacarlo de sus casillas sea su ayudante ocasional, John Philips Gutiérrez, el agente 0017, miope, daltónico, eterno estudiante de un inglés que no alcanza a dominar… y casi tan torpe como Cero Cero Sánchez.

Su creciente popularidad, empero, no lo separaron ni del barrio -siempre vivió en la misma ruinosa pensión-, ni de la familia, a la que siempre tiene presente: su padre carpintero; su madre Chiara Monodónogo de Sánchez; sus hermanos Pipa, el Cholo, el Beto, el Rúben, la Chuchi y el Caracú; su despiertísimo sobrino y compañero de aventuras, Tito; y sus infinitos tíos: Don Fulgencio (que cultiva cardos en Paso de los Libres), Don Jacinto (que hace gomeras que cargan bodoques secados al sol), Don Remigio (ex jubilado y actual Capo Maffia), Doña Clotilde (quién más lo mima), Don Laureano (peón de la estancia «El Cimarrón» y reputado cuentero), etc.

Terminada la Guerra Fría, a Sánchez le quedó chico el planeta Tierra, así que lo enviaron al Espacio -probablemente debido a los numerosos encuentros que Pepe tuvo en el pasado con extraterrestres a los que, invariablemente, terminó haciendo adictos al mate y a otros vicios-.

Y por ahí anda, todavía, Pepe Sánchez, escudado tras su tradicional aspecto de idiota, salvando al mundo como al descuido, riéndose de tipos como su amigo Tino Espinoza que tienen que cargar con una pareja estable y tomándose las cosas en broma: después de todo, la vida es una historieta. (A.A.)

La Saga de Hjalmar y Harald

INICIO DE PUBLICACIÓN: Septiembre de 1969, en D’artagnan 212
DIBUJANTE: Sergio Mulko
RESEÑA: En la época en que los vikingos huían de las heladas tierras nórdicas y se dedicaban a la piratería asolando las costas europeas, uno de ellos, Hjalmar-el-de-la-mano-de-hierro, hijo de Tordheim, se destacó entre sus pares por su valor, fuerza y audacia. Rápidamente se convirtió en Jefe de una gran flota e instaló a su gente en la primitiva Irlanda.

Las hazañas de Hjalmar, cantadas por bardos de todo el mundo, fueron miles, pero suelen recordarse especialmente dos: la primera, realizada cuando aún era un belicoso joven, lo evoca internándose en el corazón de los territorios cristianos con la sola intención de rescatar a su pequeño hijo Harald; lo acompañaban sus oficiales más fieles y empuñaba su mítica espada, Sagrant. Su segunda gran hazaña es de los días en que, siendo ya un hombre de avanzada edad, harto de consumir sus días reprimiendo a los rebeldes irlandeses que eran acaudillados por el gran Brian Boru, decide retornar a su Dinamarca natal; sin embargo, el éxodo se dificulta y Hjalmar encuentra una gloriosa muerte cubriendo la retirada de los suyos y matando a Brian Boru.

Harald, hijo de Hjalmar, hereda la espada Sagrant y la jefatura de los suyos. Ya en Dinamarca y aún joven, se instala en la región de Laäg Griensen y demuestra sus grandes dotes de militar y líder exterminando la amenaza de los bárbaros fineses. Pero Harald, que ha visto la guerra desde antes de aprender a caminar, toma la decisión más importante que haya tomado jamás rey vikingo alguno: ordena a su gente que abandone la piratería y que con sus armas se forjen arados y azadas. La espada Sagrant es la primera en ser fundida (A.A.)

Aquí, La Legión

INICIO DE PUBLICACIÓN: D’artagnan anuario Nº 7 (30 diciembre 1976)
DIBUJANTE: Luís García Durán
RESEÑA: Esto es historia: Junio de 1871. la legión Extranjera francesa vuelve a África tras la derrota de Francia ante Prusia.

Esto es historieta: herido en su orgullo, el 2° Regimiento del Cuartel de Sidi-Bel-Abbés es un caos de legionarios desmoralizados, dedicados al alcohol y la pendencia. Sólo hay una forma de restaurar la disciplina: se les debe dar un jefe y una guerra. El jefe elegido es el legendario Max Chevalier, «El Caballo de Hierro», y la guerra es la que han declarado tácitamente los bandidos beréberes que atacan a las tribus nativas amigas de los franceses, en la región de La Cabilia.

El trabajo de Chevalier es impecable y exitoso; rápidamente se gana la confianza de sus hombres y los guía una y mil veces en misiones tan riesgosas como gloriosas. La moral es recuperada. Pero parte del mérito se lo lleva con justicia el grupo conformado por sus cuatro oficiales de confianza: Didier, Bosch, Kozakovith y Fonternac.

Al Capitán Francis Didier lo precede su fama de valiente, astuto, mujeriego y pendenciero. Si bien era hijo de una familia acomodada, se fugó siendo muy chico y se alistó en la Legión.

El Capitán René Bosch es el elemento más hermético y misterioso del grupo; y eso no es algo malo en una persona cuya tarea consiste en el espionaje y en las labores de inteligencia. Es «El Hombre de los Mil Rostros»: pocos le conocen el verdadero.

El Capitán Kozakovith nació en Bélgica pero es descendiente de polacos. Son legendarias su fuerza de buey y su valentía sin par. No tiene ataduras con el pasado pues su única hija, Colette, fue asesina poco antes de que él volviera a unirse al grupo de oficiales de Chevalier.

El Capitán Jacques de Fonternac, miembro del Estado Mayor y de la Nobleza, es la última adquisición del equipo. Conoció a los otros integrantes en la guerra con Prusia, allá por 1870, y cuando «El Caballo de Hierro» lo convoca a Sidi-Bel-Abbés, Fonternac no duda en abandonar su cargo como agregado militar en la Embajada de Inglaterra, para acompañarlo en la nueva aventura.

¿Y qué se sabe de Max Chevalier? Es el mejor militar del ejército francés y el coronel más joven de su país. Hijo de humildes zapateros, hizo una carrera militar brillante a fuerza de practicidad y heroicos actos de arrojo. Se dice que sus legionarios lo seguirían hasta las entrañas del infierno. Su hombre de confianza, su asistente de siempre, es el ingenioso sargento argelino conocido como Mulele.

En su misión de pacificar La Cabilia, Chevalier encuentra unos aliados invaluables en las figuras de sargentos como Schwartz, Portugal y Zulú, o en legionarios de primera como Andreani o Brías.

Los años en el fuerte se acumulan, y las bajas son inevitables, algunas irreemplazables, como la del mítico Kozakovith o la del legendario Schwartz.

Las historias de La Legión son infinitas, como infinitos son sus integrantes: hombres de cien naciones, con pasados tormentosos o mediocres, pero unidos y hermanados por un presente de violenta gloria que se expresa vivamente en el grito de guerra que aun parece resonar, como un eco, en el inconmensurable desierto africano: «Aquí, La Legión!». (A.A.)

Nippur de Lagash

INICIO DE PUBLICACIÓN: D’artagnan 151 (1967)
PRIMER DIBUJANTE: Lucho Olivera
RESEÑA: Sucedió que, promediando el Tercer Milenio antes de Cristo, Nippur nació en Lagash, una de las ciudades más importantes de Sumeria, cuando Urukagina era rey. Al igual que su padre, Nippur fue militar y se convirtió en General a edad muy temprana.

Por aquellos tiempos, el rey Luggal Zaggizi de Umma decidió apoderarse de todas las ciudades vecinas; no le fue difícil tomar Lagash, asesinar a Urukagina y obligar a Nippur y a su fiel amigo, el gigante Ur-El de Elam, a vivir en el exilio. Atormentado, -tal vez porque, en cierta forma, él fue culpable de que su ciudad cayera- Nippur juró venganza. Y se largó a los caminos.

Vivió innumerables aventuras junto a Ur-El: conocieron países y costumbres extrañas, lucharon contra personas despiadadas y compartieron el fuego y el vino de las buenas gentes, sin importarles su rango o posición; fueron purificados por los contrastantes momentos de dicha e infelicidad y, paulatinamente, se convirtieron en hombres justos. En Egipto, Nippur conoció a la princesa Nofretamón, pero su orgullo lo obligó a resignar ese amor que parecía imposible. Mejor suerte tuvo Ur-El: en Merem encontró la felicidad en brazos de la reina de la ciudad y con ella se quedó.

En solitario, Nippur fue hecho esclavo, pero logró huir, decidiendo luego apartarse un tiempo del camino de los hombres y vivir en bosques y desiertos donde, de todos modos, los peligros y la aventura no cesaron de encontrarlo.

El Errante de Lagash abandonó su retiro para retornar a Egipto, en donde la reina Nofretamón, su amada, se preparaba para resistir la inminente invasión de los feroces guerreros hititas. El Incorruptible se puso al frente del ejército egipcio -hasta entonces incompetente- y logró una victoria imposible. Pero no hubo tiempo para los festejos: la peste que asoló Egipto tras la guerra le costó la vida a Nofretamón. Destrozado por dentro, Nippur abandonó el país del Nilo y una corona que le pertenecía con justicia.

En su triste deambular, fue una bendición para él conocer a Hattusil, el hitita jorobado y el mejor guerrero de su época, quien no tardó en convertirse en su mejor amigo. Más o menos por aquel entonces, su camino se cruzó con el de la reina amazona, Karien-la-Roja, quien terminó de darle un sentido a su vida transformándose en su mujer.

Una gran aventura de esos tiempos fue la que vivieron Nippur, Hattusil, Karien y el rey Ur-El cuando se unieron para restituirle a su viejo amigo Teseo -a quien años atrás El Errante y el Gigante de Elam habían ayudado a derrotar a los piratas, a las amazonas y al Minotauro- la corona de Atenas, que le había sido usurpada durante una prolongada ausencia.

Años después, su mala suerte y una flecha le costaron a Nippur el ojo izquierdo y casi la vida. Pero tuerto y todo, El Hombre de Lagash siguió siendo un general de excepción: nuevamente al frente del ejército egipcio, logró repeler el ataque de los invasores hicsos de Raphat; e hizo algo más importante aun: convirtió a un fenomenal guerrero llamado Rajhotep en el nuevo rey de Egipto, función que asumió con el nombre de Ramsés. Al término de la guerra, Karien quedó embarazada del Tuerto y le dio su primer hijo: Hiras. De la crianza del niño debieron encargarse Hattusil y su esposa Inim, ya que Nippur se vio obligado a partir para recuperar un reino usurpado a un trío de extraños jóvenes de frentes tatuadas.

Cuando El Incorruptible regresó -victorioso- tras una decena de años, se encontró con que su hijo era un preadolescente misterioso, astuto e indomable. Juntos partieron, entonces, a realizar la empresa que desveló durante años a Nippur: la Reconquista de Lagash; el sumerio había sido convocado por su viejo amigo, Sargón de Akkad, para destronar a Luggal Zaggizi y apoderarse de sus numerosos territorios. La guerra se hizo larga pero, finalmente, Nippur y sus aliados vencieron al cruel tirano. Pero el precio de la victoria fue muy alto, tanto como pueda considerarse el valor de la vida de Ur-El, quien murió salvando al Errante.

Las circunstancias llevaron a Nippur a hacerse cargo de gobernar Lagash, y en su condición de monarca le devolvió la prosperidad a su ciudad y eliminó con un golpe maestro todo vestigio de corrupción interna. Sólo entonces después de esto dejó la corona en inmejorables manos, en las de su general y amigo, Lamir.

Y así fue como regresó a los caminos, a su diario vivir sin preocupaciones, a sus cotidianas alegrías de hombre que a nada está atado y, sin embargo, a todo sabe valorar en su justa medida. La aventura no se murió: Nippur vive, y todavía camina. (A.A.)

Chindits

INICIO DE PUBLICACIÓN: Fantasía Súper Anual ? (Julio de 1977)
DIBUJANTE: Rezzónico
RESEÑA: 1942. Birmania, una vieja colonia británica del sureste asiático, ha sido ocupada por los japoneses en el marco de la Segunda Guerra Mundial. El Brigadier Charles Orde Wingate, hombre de confianza de Winston Churchill y uno de los libertadores de Etiopía allá por el ’41, decide recuperar terreno organizando una campaña de penetración detrás de las líneas japonesas, en medio de la selva birmana. Elige como insignia de sus hombres a la bestia mitológica llamada «Chinthe», mitad león y mitad águila; por eso su tropa es conocida con el nombre de Chindits.

Después de un inhumano periodo de entrenamiento, la gente de Wingate se interna en territorio enemigo para iniciar sus acciones de tipo guerrilleras. Y entre los Chindits se destaca rápidamente un subgrupo encargado de ejecutar las misiones más peligrosas, casi suicidas:

  • Teniente Dave R.R. Morgan, el legendario tuerto del Segundo Grupo de Exploradores Australianos. Es un tipo malhablado y de hábitos vulgares, pero también un militar de raza, tremendamente efectivo y un jefe muy capaz.
  • Ramar Khan, descendiente de una larguísima estirpe de guerreros hindúes, es el soldado perfecto, todo disciplina y fuerza de voluntad. Lidera a un temible equipo de «Gurkhas».
  • Mac Allister, el escocés, es un dechado de defectos: borracho, jugador y pendenciero. Pero también es un valerosos oficial capaz de proezas encomiables.
  • Tex «Cowboy» Hanlin, pese a su legendaria indisciplina, es el mejor dinamitero de la región y pertenece al cuerpo expedicionario norteamericano. Es duro como él solo y nada parece poder perturbarlo; y esto es algo muy útil en alguien que vive manipulando explosivos.

    La expedición chindit es sumamente exitosa y sus consecuencias resultan funestas para los japoneses.

    De regreso a la India, los Chindits caen prisioneros en un campo de concentración japonés pero, tras meses de reclusión, emprenden una heroica fuga.

    En 1943 se organiza una Segunda Expedición Chindit. Pero esa es otra historia. (A.A.)

A MODO DE CURIOSIAD, LE COMENTO QUE LOS CHINDITS Y DON WINGATE EXISTIERON, PERO EL AMIGO WOOD LA PIFIÒ CON LAS FECHAS: LA PRIMERA EXPEDICIÒN CHINDIT SE REALIZÒ EN 1943 Y LA SEGUNDA EN 1944. EN FIN…

Nan-Hai

DIBUJANTE: Luís García Durán
INICIO DE PUBLICACIÓN: El Tony Todo Color 63 (Junio de 1990)
RESEÑA: La historia de Nan-Hai es una historia errática, llena de indefiniciones, casi sin principio y casi sin final. Es la vida de una muchacha con nombre de muchacho que anda a la deriva, sin rumbo fijo.

Nan-Hai es una europea criada por piratas chinos. Jamás conoció a sus verdaderos padres -jamás deseó hacerlo- y hasta el fin de su adolescencia supo ser feliz entre sus hermanos piratas, matando y saqueando sin el menor remordimiento. Nan-hai escupe sobre la moral de esos europeos -ingleses y franceses- que avanzan por el territorio de su amada China.

Y la China de la segunda mitad del siglo XIX es un caos: Hong Xiu-quan, líder de los Taiping-Tien-Kwo (Sagrada Dinastía de la Paz Perfecta), se ha sublevado a la vieja Dinastía Manchú que rige los destinos del Imperio, y en su rebelión no le importa arrasar con sus ejércitos los pacíficos pueblos de campesinos que halla a su paso. En medio de la convulsión de ejércitos chocando, de invasores intrigando y de gente común sufriendo, Nan-Hai se ve obligada a peregrinar por toda la China, y a realizar incómodas alianzas con los más insólitos personajes: Carter «El Golpeador», líder de un extraño grupo de soldados que combaten por dinero contra los feroces Taiping; y Burke y Stevens, inseparables amigos que no terminan de entender muy bien qué diablos hacen bajo la bandera de Carter. Muy a su pesar, Nan-Hai termina desarrollando cierto afecto hacia esta gente: son muchas las aventuras que comparten, y de la simple camaradería entre gente de armas se pasa fácilmente a la amistad.

Ya en Pekín, corazón del Imperio, Nan-Hai y los suyos se ponen bajo la protección de Jehonala, la Dama Orquídea, concubina del agonizante Emperador de China y enemigo de los nobles que esperan la muerte del manchù para hacerse con el poder. En medio de tantas intrigas, muere primero Carter y luego Burke; el último, traicionado por la mismísima Dama Orquídea.

Harto de tanta sangre inútil y con el corazón roto por la muerte de su amigo, Stevens decide alejarse de China y de Nan-Hai quien, por el contrario, no deja Pekín hasta que no se cobra la deuda de sangre pendiente con la Dama Orquídea.

Después de esto, vuelta a la deriva. Triste historia la de Nan-Hai. (A.A)

Bañadera del cómic