“Aquí hay siempre un allá” podría ser la divisa narrativa de las historietas de Muñoz y Sampayo. Para comprender un aquí y un ahora, para saber de sus causas, motivos y singularidades, hay que mirar más lejos en el tiempo y también hacia otro punto geográfico. Para entender qué le sucede a la Argentina en crisis del 2002 con la que arranca El libro hay que volver la vista atrás. Un pasado que comienza en los años cuarenta en la Alemania nazi que pierde la guerra y en los numerosos jerarcas y potentados nazis que se exilian con pasaportes falsos en Argentina y tratan de rehacer el tercer Reich. En el cómic hay muchos referentes a la historia Argentina de mediados del siglo XX que no resultan familiares al lector español. Muñoz y Sampayo ponen en El libro su mirada en Argentina de manera directa y sin la distancia que antes habían puesto al retratarla desde Europa y los EUA.
En este cómic editado por Casterman en 2004 hay dos personajes principales que encarnan caracteres opuestos. Huergo, el protagonista, es un amante de la literatura alemana en su idioma original, aunque no lo hable, y del ajedrez. El antagonista es Primo Sansegundo, un imbécil moral cuyo estímulo vital es triunfar y acumular pesos. Parece que con ambos Sampayo retrate de manera metafórica el alma bifronte de Argentina. Uno es un perdedor y el otro es un ganador a costa de ese mismo perdedor. El narrador es el utópico Huergo que relata a su gato sus recuerdos de una vida que se mueve a trompicones con más tendencia a la caída que no a la elevación. Huergo es otro ejemplo de personaje tipo de Sampayo: alguien que sobrevive en precario y que intenta remontar una vida que va cuesta abajo.
Sampayo emplea un recurso muy nietzscheano, esto es, profundizar en la realidad a través de la lente de aumentos que proporciona el arte. La obra de arte como un balcón privilegiado desde dónde otear con mayor lucidez la sociedad argentina de mediados del XX. Dicha obra es Novela de ajedrez de Stefan Zweig. No es un libro cualquiera, es la última obra que escribió Zweig antes de suicidarse y se publicó primero en portugués en Brasil y luego en 1942 en alemán en Buenos Aires en una edición de trescientos ejemplares de la editorial Pigmalión. La búsqueda de uno de esos ejemplares dónde los nazis escondieron un pagaré al portador por 27 millones de francos suizos de 1944 es el hilo conductor que arma todo el cómic y le da un acentuado tono de thriller. El argumento de El libro se mira sin reticencias en el espejo de Novela de ajedrez. Por otro lado, la nouvelle es una denuncia del nazismo y de sus métodos para alcanzar y sostenerse en el poder. En la obra de Zweig también hay dos jugadores de ajedrez con caracteres opuestos y que se enfrentan con un tablero de por medio en el marco de un viaje transatlántico entre Nueva York y Buenos Aires. Pero ni la novela de Zweig, ni la vida de Huergo, ni la Argentina retratada por Sampayo acaban en tablas sino con vencedores y con vencidos; otra cosa es saber quién encarna a cada uno.
Quim Pérez